Aquí dormimos sin sofocos
Para un sueño reparador los 365 días del año
El verano y el calor nos traen diversión, vacaciones y aventuras, pero al mismo tiempo, nos hace sudar debido a las altas temperaturas y al aumento del nivel de humedad.
A veces, el sudor es excesivo y la incomodidad que provoca, puede influir en la calidad del sueño.
De hecho, uno de los efectos más incómodos del sudor es el olor corporal. ¿Sabes de dónde surge? Curiosamente no se origina propiamente en el sudor, sino en las bacterias que viven en la piel. Estas bacterias crecen, se reproducen y generan reacciones en los ácidos grasos que al mezclarse con el sudor dan paso al olor. Además, según el tipo de flora de tu piel, las bacterias pueden descomponerse antes y generar olor más rápido. Por lo tanto, no siempre es una cuestión de higiene.
El sudor nocturno es la forma natural que tiene el cuerpo para equilibrar la temperatura permitiendo que el calor se evapore por la piel.
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Por un verano sin olores
Los sudores nocturnos, por desgracia nos visitan a todos en algún momento dado, pero existen causas que hacen que sean más frecuentes, como pueden ser la menopausia, la obesidad y los cambios hormonales.
Entonces, ¿sirve ducharse muchas veces al día para evitar el sudor?
La verdad es que no, pues esto deteriora la flora epidérmica provocando un desarrollo temprano de bacterias, acelerando la aparición del mal olor. Por lo tanto, lo mejor es ducharse una o dos veces al día.
Además de seguir las normas básicas de higiene personal, te proponemos consejos útiles que pueden ayudarte a reducir el sudor mientras descansas:
- Airea bien la habitación, ponte menos ropa y dúchate con agua caliente antes de ir a la cama
- Olvídate de la ropa ajustada y de los tejidos sintéticos, mejor anchos y de algodón
- Usa antitranspirantes tópicos dónde más lo necesites: axilas, manos, pies o cara. A diferencia de los desodorantes, estos reducen la cantidad de sudor
- Ten en cuenta adecuar la ropa de cama a la temperatura ambiente
- Reduce el estrés y la ansiedad tanto como puedas, especialmente las horas anteriores a irte a la cama
- Evita el consumo de alcohol, café, té, tabaco y alimentos picantes
- En la medida de lo posible, cena ligero, bebe agua y evita comidas copiosas